Que decepción. La decoración del hotel tiene un encanto decadente, que me recordó a la casa de un abuelo olvidado. Además, la recepcionista es más soberbia que un rey. Esperaba un gesto de cortesía o un upgrade, pero nada. Por si fuera poco, la cama era incómoda y el baño un caos. Lo único bueno fue el jardín, pero no vale la pena.

Desayuno delicioso, pero el baño necesita renovación.

encantador, encantador, encantador

Este hotel tiene una esencia única que te transporta al pasado. Pasé mis días rodeado de la clásica decoración decimonónica que me dejó maravillado. Además, el jardín es un verdadero oasis donde relajarse y disfrutar de la paz que se respira ahí.

Lo recomiendo encarecidamente 🥰✨

Ubicación tranquila, limpieza impecable y un desayuno para chuparse los dedos. Además, hay un gran jardín para disfrutar de un picnic propio. Te sientes en casa, pero sin tener que lavar los trastos.

El suelo de madera cruje más que cualquier abuelita al levantarse por la mañana.

Atención excelente, wi-fi rápido y parking gratuito, pero el mobiliario necesita actualizarse.

Recomendarlo para familias en busca de encanto

La atención del personal fue simplemente excepcional, nos ayudaron con todo lo que necesitábamos y hasta nos ofrecieron un mapa de la ciudad. La habitación, aunque pequeña, fue bastante acogedora gracias a la comprensión del personal. añadieron otra cama, lo que hizo que mi familia y yo estuviéramos cómodos en una noche ajetreada.

No fue barato, pero aún así aceptable.

una experiencia inolvidable en el hotel antoyana, rodeados de un jardín que nos hizo sentir en casa y un desayuno casero delicioso

El Hotel Antoyana fue una grata sorpresa. La atención del personal fue increíble. nos proporcionaron un mapa y nos recomendaron lugares maravillosos para visitar. La habitación era amplia, limpia y tenía unas vistas fantásticas al jardín, donde se respiraba paz y tranquilidad. Además, el desayuno casero ofrecía una variedad que nos encantó. ¡Definitivamente volveremos!

un entorno tranquilo con excelente cuidado personal

habitaciones amplias, atención cercana

suelo que cruje

Un hotel amb encant, amb habitacions grans i un personal que et fa sentir com a casa. Bon esmorzar i tranquil·litat a l'entorn. La decoració té un aire antic que enamora, però el lavabo necessitaria una mica de mà en la modernització.

La habitación era amplia y tenía vistas al hermoso jardín, ideal para relajarse. El personal fue muy atento y servicial, además, el desayuno ofrecía opciones variadas y deliciosas.

Podrían mejorar la disponibilidad de gel y champú en el baño. sólo había jabón de manos.

El jardín es enorme y perfecto para relajarse. La habitación era amplia y tenía vistas preciosas.

me sentí mejor que en casa, no tengo ninguna queja

Es fácil disfrutar del desayuno variado y bastante bueno por solo 4 euros por persona. La opción de desayuno y el patio grande son puntos altamente positivos que aportan un aire acogedor.

La habitación estaba llena de mosquitos, hacía un calor insoportable y ni ventilador ni aire acondicionado. La cama era incómoda, el baño tenía una mini bañera y olía mal, además de que solo proporcionaron una pastilla de jabón, lo cual es totalmente desfasado. El mobiliario requiere una actualización urgente, especialmente el baño, que estaba muy antiguo. No hay minibar, y el hecho de no proporcionar tapón para la bañera solo da más razones para incomodarse durante la estancia. La relación calidad-precio definitivamente deja mucho que desear.

La habitación que nos tocó era bastante amplia y tenía buena luz, además daba al jardín, lo cual era muy agradable. Las camas eran cómodas y dormimos bien, sin ruidos. Aunque el baño estaba un poco viejo, estaba limpio. Lo que sí molesta es que el suelo de madera crujía a veces, y el pomo del cuarto de baño sonaba, pero no demasiado. Ah, y faltaba un secador. A pesar de todo, la estancia fue bastante buena.

La comida en los alrededores es un auténtico festival de sabores. No te puedes perder los mariscos frescos en cualquier chiringuito cerca de la playa. Además, el hotel tiene un desayuno casero que es como un abrazo en la mañana. La atención del personal del desayuno es un plus que no se olvida, te hacen sentir como en casa.

El baño de la habitación cuádruple no tenía estantes, así que todo se quedó en el suelo, un pequeño lío. Las griferías estaban un poco sueltas, pero nada que no se pueda arreglar fácilmente.